No, de hecho, espera. Desperté aquel día pensando que era sábado entonces asumí lo que todo buen estudiante haría un sábado por la mañana "seguir durmiendo". Mala idea pues tenía clases a las 14:00, mal punto ya que durante ese horario en mi casa los minutos pasan volando, alistada y sin almuerzo salí con media hora de retraso ¡Es viernes estúpida! Supongo que los acontecimientos del día jueves, llámese "día del diseño", fueron tan bastardos y tan... tan a día viernes cervecero que mi cuerpo exigía descanso entonces es inconsciente te "caga". Responsabilizo toda mi mala semana a aquello "el día que desperté pensando que era sábado", nombre largo, así que lo llamo tan solo "el viernes".
Tal como lo suponía llegué atrasada, me encontré con el profe al cual salude amistosamente, subí las escaleras a las sale de taller y me encontré con él sentado en el suelo de manera pensativa ¿Qué hacía fuera? La lista de asistencia no considera a los retrasados mas de 20 minutos, nuestro caso. Lo saludé, lo besé (no recuerdo exactamente en que lugar) mi amigo de viaje, amigo de grupo, amigo con algo más sin llegar a mucho es él.