miércoles, 14 de marzo de 2012

DALE... SON APENAS LAS 3

Retomar relaciones de amigos es difícil, lo es más cuando la persona en cuestión fue algo mas que amigo. La verdad es que tomé precauciones y me plantee como seria la situación durante todo el día, la típica pregunta del ¿como lo saludaré si me lo encuentro, que le diré, lo miraré? En mi cabeza los sentimientos están claros: Adiós, nunca tuvimos que dejar de ser amigos, la cagamos. El corazón... todavía tengo mis dudas sobre si realmente existe en nuestro cuerpo otro espacio que almacene sentimientos, pensamientos racionales a punto de abordar.

 Ir feliz por la vida sin motivos para mí es recurrente, tal vez no le exprese físicamente, pero diablos soy feliz y punto.

 Llega el momento inesperado no planificado de encontrarte a la persona y entonces surgen otro par de preguntas: ¿Hago como que no lo vi, invento una excusa, huyo freneticamente, o intento se natural? Tomé la ultima opción, recalco que es un imbécil  con todas sus letras, pero extrañamente le quiero y no es que sea yo un intento de masoquista en busca de retomar algo, me considero una persona que no va con dobles intenciones por la vida ni queriendo sacar beneficios. Quiero ser amiga del mundo y compartir risas, por ahora no necesito de nadie que me acompañe sentimentalmente, me siento tan inmadura y realmente soy egoísta como mi tiempo, lo quiero solo para mí y aún me es difícil asimilar la idea que alguna vez tenga que acostumbrarme a alguien.

La vida, el mañana es una incógnita y yo trato de disfrutarla a mí manera, a veces fome pero que calza perfecto conmigo, como no si me pregunto a mi misma lo que quiero hacer.

¿Odio, resentimiento? Debo buscar aquellas palabras en el diccionario porque ya las olvidé. Al final con el tiempo te das cuenta de todo lo inservible que guardas y tal como se ordena un mueble desechas todo lo que no sirva, luego miras al basurero y ahí van todas aquellas emociones que no te permitían desarrollarte, que te cortaban la voz.

GRITAL, LLORAR. Liberarte de toda la caga emocional que llevas.

SONREÍR -y como estúpida mientras escuchas tu canción semanal favorita a todo volumen, maldita sensual y estúpida serie de coros-

Soy de las que cree que nunca se puede comenzar otra vez de cero, ambos tendrían que perder la memoria, los recuerdos aún continúan y podemos retomar o perdonar cuando sea necesario pero jamás volver a empezar.

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